“Se habla mucho de la unificación del movimiento obrero, pero tal unificación sólo pueden imaginarla dentro de los límites estrechos de un partido con un fuerte y ajustado programa. Pero el socialismo (que debe ser el alma del movimiento obrero y que está en condiciones de aspirarlo sólo con la fuerza vital de un nuevo ser social) no es una idea ajustada con férreos límites inconfundibles, sino que se encuentra en constante evolución y conduce a incesante renovación en el conocimiento y en la concepción de los diversos acontecimientos de la vida social. Si no lo hiciera así sólo quedaría de él un dogma muerto: en el momento en que llegue a ser olvidado el germen de su verdadero ser se derrumbará como concepción mundial y como movimiento de las masas. Por eso cada una de sus diversas tendencias tienen su existencia justificada porque cada una de ellas nos muestra aspectos y perspectivas enteramente nuevas y nuevos acontecimientos. Al que no es capaz de concebir esta verdad elemental le resultará siempre un acontecimiento puramente mecánico, que no puede unir orgánicamente.”
Rudolf Rocker